Nacemos desnudos
Nacemos desnudos, nos ponen colonia, pañales perfumados, ropa lavada con suavizantes, cremas de todos los aromas posibles y nos pasean en cochecitos de plástico mientras respiramos un agradable aire contaminado.
Vamos creciendo y nos hacen creer que podemos conseguir todo lo que queremos, que podemos escribir nuestro futuro, que la felicidad se basa en consumir y que el Estado está para protegernos y velar por nosotros, aunque desde hace mucho tiempo ya tenía mis dudas.
Un día te despiertas y nada tiene sentido. Enciendes la lámpara de la mesilla y los ojos te queman, abres las ventanas y percibes nuevos olores que no te dejan ni respirar. Enciendes la radio y la música retumba en tu cabeza, tanto que parece que te va a estallar. Y no, no tienes resaca, es mucho peor, se llama Sensibilidad Química Múltiple (SQM) y ha venido para quedarse.
Tu cuerpo ha dicho basta, se ha roto y empieza a rechazar todo lo que nos han vendido como imprescindible para nuestra felicidad. Tu vida da un giro imprevisto, se rompen todos tus esquemas, el futuro se desvanece, te quedas sin energía física y, no digamos ya, cómo se queda la, que pudiéramos llamar por comodidad, la mental. La enfermedad te obliga a vivir tu vida detrás de una mascarilla y a aislarte del mundo exterior.
La Sensibilidad Química Múltiple no es rara ni minoritaria, ya afecta, al menos que se sepa, a un 5% de la población. La SQM es una enfermedad crónica, no psicológica, y que provoca síntomas multisistémicos como respuesta a una mínima exposición a productos químicos tan habituales e innecesarios como la lejía, los ambientadores, las colonias, etc.
Vivimos encerrados en nuestras casas pero no hace falta salir para tener una crisis. La ropa tendida del vecino te ahoga, marea hasta hacerte perder el conocimiento, gracias a los maravillosos suavizantes tóxicos.
La OMS aún no reconoce la SQM como enfermedad, a pesar de contar con innumerables estudios que demuestran su existencia y que el propio Parlamento Europeo la incluye dentro del número creciente de enfermedades vinculadas a factores medioambientales. El motivo es la presión que ejerce la industria química y farmacéutica para que no se reconozca, ya que está causada por los productos químicos industriales que habitualmente consumimos. Los intereses económicos como siempre antepuestos a nuestra salud. En países como Alemania ya la han reconocido y, otros que están en vías de hacerlo, prestan atención sanitaria a quienes la sufren y establecen protocolos para la prevención.
¿Y cuál es la situación en España?
Para nuestro paternalista gobierno no existimos. Además del drama de sufrir SQM, nos dejan abandonados sin atención sanitaria y sin derecho a ninguna minusvalía ni prestación por incapacidad cuando no podemos trabajar. Nos dejan desnudos y desprotegidos, como ciudadanos de segunda, porque somos la evidencia de que el modelo de sociedad actual ha fracasado, aunque nadie lo quiera reconocer ni tomar medidas.
También nos roban las esperanzas de mejorar. Las farmacéuticas patrocinan investigaciones sólo cuando pueden conseguir algún beneficio, por eso las enfermedades minoritarias no se investigan, pero tampoco la SQM, a pesar de afectar al menos ya al 5% de la población. Y, por supuesto, que van en aumento en plan crecimiento exponencial geométrico. La industria farmacéutica y química sabe que enfermamos porque estamos intoxicados y la clave no es ningún medicamento que les vaya a enriquecer a ellos, la clave es cambiar el puto modelo de suciedad disminuyendo la gran cantidad de productos químicos industriales a los que estamos diariamente expuestos. Evidentemente esto no se debe saber e intentan negar que la SQM existe, porque están en juego sus putos intereses económicos.
La industria química, avalada por el gobierno, no tiene derecho a someter a la población a la exposición involuntaria a sustancias químicas, cuyos efectos a menudo se desconocen. Cuando desarrollamos SQM obligatoriamente tenemos que quitar colonias, suavizantes, plásticos, etc., para volver a estar desnudos. Volvemos a nacer, pero es una nueva vida no escogida. Por los estudios que se han hecho, la SQM se dice que tiene componentes genéticos, por lo que, se cree que no cualquiera la va a desarrollar, aunque esto no te deja a salvo de acumular tóxicos hasta tener un cáncer o cualquier otra enfermedad de origen ambiental.
Los que sufrimos SQM queremos que se reconozca la enfermedad, queremos tener los mismos derechos que tienen los demás enfermos crónicos, queremos que la sociedad sepa el riego que está corriendo, queremos que el gobierno proteja a sus ciudadanos y evite que sigan enfermando gratuitamente.
Queremos que nadie más vuelva a sentirse desprotegido por sufrir SQM.
2 comentarios:
Soy la autora del artículo “Nacemos Desnudos” que has reproducido y os quería comentar que el artículo, junto con unas fotos desnuda con máscara, fue inicialmente publicado en la revista cultural Delirio en su número titulado Desnudo.
Aquí se pueden ver las fotos y el artículo original:
http://nofun-eva.blogspot.com/2009/06/sqm-revista-delirio.html
Gracias por difundirlo!
Pues: gracias a tí por escribirlo. Y, por supuesto, gracias por tu generosidad.
Esperamos que cuando te deseamos con todo el amor del mundo ¡¡SALUD!!! te sea regalada a raudales, pues todos la necesitamos como bendita agua de mayo en esta atmósfera tan perversamente contaminada a diario por las fuerzas destructivas del pornocapital.
Salud, pues. Y mil millones de gracias
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