martes, 21 de julio de 2009

Si se pudre la Naturaleza es por la Puta codicia del Pornocapital y sus fuerzas destructivas

Los niños que comen pescado hablan peor y tienen menos memoria

Escrito por Andrea G. Parra
Lunes, 20 de Julio de 2009 20:45



Las contraindicaciones del pescado. Los niños que comen pescado más de tres veces por semana presentan un peor rendimiento en las áreas general cognitiva, ejecutiva y perceptivo-manipulativa, mientras que aquellos con mayores niveles de exposición a mercurio muestran un retraso en las áreas general cognitiva, de memoria y verbal.



El mercurio es un contaminante presente especialmente en el pescado azul y pescado en conserva, y en menor cantidad, en el pescado blanco. Así se desprende de una investigación realizada en la Universidad de Granada (UGR), que advierte de la necesidad de evaluar el riesgo para la salud de los niños de menor edad por el consumo de pescado, distinguiendo entre las variedades o especies que consumen, especialmente en aquellas zonas donde el pescado forma parte de la dieta habitual de la población, según informa la institución en un comunicado de prensa.



'Exposición Infantil’



El trabajo titulado ‘Exposición infantil a contaminantes ambientales en Granada y posibles efectos en salud’ ha sido realizado por Carmen Freire Warden, del departamento de Radiología y Medicina Física de la UGR, y dirigido por los profesores Nicolás Olea Serrano y Marieta Fernández.



Para realizar este estudio, los científicos analizaron la exposición a contaminantes ambientales a través del agua, el aire y la dieta, en una muestra formada por 220 niños del área geográfica de atención sanitaria del Hospital Universitario San Cecilio de Granada.



Así, en este trabajo se ha descrito por primera vez el grado de exposición infantil a contaminantes ambientales de especial interés, como son trihalometanos, NO2, hidrocarburos aromáticos policíclicos y mercurio y, siguiendo las hipótesis planteadas, se ha evaluado la asociación de la exposición a la contaminación atmosférica, por un lado, y a mercurio, por otra, con el neurodesarrollo infantil a los cuatro años de edad.



En esta línea, las concentraciones de mercurio total determinadas en el pelo de los niños granadinos de cuatro años de edad estudiados fueron superiores a las encontradas en otras poblaciones infantiles con un menor consumo de pescado, pero inferiores a los niveles encontrados en poblaciones altamente consumidoras.



Los factores que determinaron esta exposición fueron el lugar de residencia, la edad de la madre, la exposición pasiva al humo de tabaco y el consumo de pescado azul. Los resultados obtenidos sugieren que la principal fuente de exposición a mercurio en la muestra de población infantil estudiada es el consumo de pescado.



El trabajo realizado en la UGR también ha determinado que en Granada el riesgo para la salud de la población infantil por exposición a trihalometanos a través del agua de consumo puede considerarse bastante menor que en otras poblaciones de nuestro país, y que las concentraciones del contaminante atmosférico NO2, medido en el ambiente exterior del área de estudio, fueron también inferiores a las descritas para otras ciudades españolas. La principal fuente de emisión de estos contaminantes en el área de estudio es el tráfico de vehículos a motor.



Relación directa



Además, el estudio también ha revelado que existe una relación directa entre la exposición pasiva del niño al humo de tabaco y el uso de cocina de gas en el interior de la vivienda y la presencia de 1-hidroxipireno, indicador de la exposición a contaminantes del aire perjudiciales para la salud.



Los investigadores advierten de que, aunque los niveles de exposición ambiental encontrados en la población infantil que integra la muestra de estudio son lo suficientemente bajos como para no causar trastornos evidentes, de carácter más o menos agudo, bien pudieran tener consecuencias sobre el desarrollo infantil y presentarse de forma tardía con respecto a la exposición, recuerdan en el comunicado.



Así, explican, «cualquiera que sea el grado de participación de las exposiciones ambientales en la etiología de la enfermedad, el simple hecho de actuar en épocas muy tempranas de la vida abre las puertas a un campo trascendental en salud pública: la posibilidad de aplicar medidas de prevención para minimizar los problemas». Los resultados han sido publicados recientemente en revistas científicas como ‘Environmental Research’, ‘Journal of Epidemiology and Community Health’ o ‘Science of the Total Environment’.


3 comentarios:

la Puta Graná dijo...

Aunque lo que se cuenta puede que tenga su base estadística no creemos en LPGr que con un "simple" estudio -aunque venga respaldado por el catedrático Nicolás OLEA- se pueda hablar con tanta contundencia como se quiere reflejar en el escrito de Andrea G. Parra.
Ni la estadística pasa por ser la más fiable de las ciencias, ni la Facultad de Medicina puede colársenos por su "buen" quehacer científico. Hay mucha confusión en los lenguajes. Y si es cierto que los presuntos científicos tienen muchos reparos para hacer ciencia que sea posible comprenderla desde los parámetros de los saberes populares. Eso parece que los "vulgariza". Pues tienen una Idea de lo vulgar bastante discutible, por no decir: ridícula; o por decirlo todo: ideológica y de una clase social muy determinada y determinante. O incluso tienen bastantes miedos con que los supuestos desplazamientos ideológicos puedan perturbarles en su "Pax scienti". Ahora que, a la hora de casarse con el periodismo sensacionalista, no guardan ni en gastos ni en sutilezas: léase lo de sus intervenciones en tve como "Saber vivir" que a veces se puede confundir con "Saber ganar" o "Qué apostamos" o hasta con "La noria". De ahí que muchos cirujanos no tengan mucha conciencia hipocrática cuando se ponen en sus manos las deterioradas mercancías transexuales ya que por sus nefastas creencias en las imbecilidades metafísicas de las aberrantes identidades sexuales se les generan unas incalculables ganancias en efectivo y constante dinerete.

ClaudiaROJA dijo...

la verdad es que algo falla en esa noticia. Yo veo demasiadas cesuras. Y hasta censuras. Cómo se puede decir que por comer pescado hablan peor: qué es eso de peor; ¿es esa escala de lo mejor a lo peor una nueva escala científica? Pero si hay gente que ni se le entiende por muchos discursos que larguen como a los Putos Bribones de la familia Bourbónica. ¿Qué pasa que la Sofía SCHLESWIG-HOLSTEIN SONDENBURG-GLÜCKSBURG ha tragado mucho mercurio? ¡Ah, bueno que no sabe nadie quién es esa tipeja! Claro: si es que no se puede entender que un personaje tan tradicional -del "mejor" y más rancio nazionalismo"- como Franco consistió que la Puta y sifilítica dinastía francesa de los Bourbones se perpetuara con semejante ejemplar y, encima, sin aplicarle las leyes más castas del racismo hispánico o, si se prefiere que para el caso no sé sin peores o mejores -¡vaya con la nueva terminología de las pseudociencias médicas!- las más modernas y constitucionales leyes de extranjería! Sí, ciertamente, de verdad y hasta de la buena buenísima, esos son los verdaderos apellidos de la suegra de la escuchumizá esa de Asturias que se suele conocer con el cursi sobrenombre de la Leti y además con Z de zapatero: Letizia, esa pues. Pues su suegra es la que tiene esos apellidos: ¡tan ibéricos como el chorizo de su marido!

Esta noticia no tiene fin, pues, cabe preguntar miles y miles de más cosas; como por ejemplo: ¿Y los niños que comen porquerías y golosinas teledirigidas qué tipo de lenguaje son capaces de desarrollar? ¿Y el desgraciado pueblo español qué sustancia habrá tragado para tener tan poca memoria? En fin: no sigo que prosigo y me embalo...

ClaudiaROJA dijo...

¡¡¡Virgen Puta que tonta tiene que ser una persona que escriba esa frase del titular!!! Andrea dedícate a otra cosa. Lo tuyo no es el periodismo científico. Deberían ser los autores de esa investigación "científica" los que te pidieran hasta responsabilidades: primero morales; después éticas; y después hasta penales. Vaya forma de tirar todo su trabajo a la mierda. "Los niños que comen pescado...": ¿qué clase de pescado? ¿qué cantidad? ¿con qué frecuencia? ¡¡¡Vamos, vamos y vamos!!! No, no vale todo. Todo no vale. ¡¡¡Qué razón llevaba el denostado Feyerabend cuando decía que en esta suciedad aznarfabeta "todo vale"!!! Pero él quería decir que no, que no, que precisamente no vale todo. Por eso proponía alternativas... muy diferentes: anarquistas y dadaístas para acercarse al mundo de las investigaciones científicas.