martes, 28 de julio de 2009

La Puta Vaticana se casa con la Prostitución transgénica de la tanatocracia pornocapitalista




El abogado del Diablo


& retoques de LPGr
La Jornada
www.rebelion.org 28julio2mil9





La Pontificia Academia de Ciencias organizó entre el 15 y el 19 de mayo, en el Vaticano, la semana de estudio Plantas transgénicas para la seguridad alimentaria en el contexto del desarrollo. Restricciones a la introducción de la biotecnología para mitigar la pobreza. Un largo número de expertos, aunque con muy corta pluralidad en sus posiciones, se sumergieron –a puerta cerrada– en el apasionante mundo de los transgénicos para presentar argumentos que permitan a la Iglesia católica adoptar un posicionamiento frente a tan polémico asunto.


(LPGr: La Iglesia vaticana sabe muy bien apuntarse a los carros de batalla de los vencedores. Quizá no sea ya una asamblea cristiana, pero su estrategia católica es apostar por formas despóticas, autoritarias, dogmáticas de gobernar. Y si en tiempos de don José Ortega y Gasset en la Universidad española casi no había sitio para otra cosa que no fueran las ciencias eclesiásticas ahora su apuesta es aún más fuerte y decidida. En tiempos del nazismo alemán su complicidad fue hasta con el exterminio de su raza enemiga desde los tiempos del ajusticiamiento romano de su presunto Mesías).



La posición de salida se adivinaba desde la introducción del documento de presentación oficial, cuando dice: La oposición a la biotecnología agrícola generalmente es ideológica. El enorme potencial de la biotecnología vegetal para producir alimentos en mayor cantidad y de elevado valor nutricional para los pobres se perderá si la regulación de los OGM no remplaza el principio precautorio por principios científicos.


(LPGr: La Iglesia Vaticana manda a hacer puñetas el Principio de Precaución e invoca otros fantasmagóricos principios científicos: pero, cuáles).


O más adelante, cuando se afirma que “… necesitamos equiparnos con argumentos acerca de por qué la seguridad alimentaria de los pobres necesita tener acceso eficiente a la tecnología transgénica y que la extrema regulación precautoria es injustificada; argumentos para mostrar las consecuencias sociales y económicas de la excesiva regulación y para conocer cómo cambiar la regulación basada en la ideología por la regulación basada en la ciencia”.


(LPGr: La Iglesia Vaticana parece apostar por la seguridad alimentaria transgénica y si se mueren los que pasan hambre, pues: ¡¡¡a rezar y ya sabrá su Puto dios consolarlos tras la muerte!!!).


Los pobres analizados como simples ratoncitos de laboratorio. Pobres ratoncitos pobres que movidos por creencias e ideologías (y eso lo dice una institución bajo la protección directa del Vaticano) se encadenan a los principios de la precaución. Los pobres ratoncitos pobres que no se dejan salvar y engordar por la sabiduría científica, que ahora parece contar con la infalibilidad de la curia para garantizar su inocuidad.


(LPGr: Las confusiones en este párrafo son algo más que de presunción criminal. Intenta confundir las Putas tecnologías agresivas de las multinazionales transgénicas con la presunta y mítica sabiduría científica. Y encima: el principio de precaución que se manifiesta como una posición racional de no intervención se machaca con el puto juego retórico de las cadenitas...).


Pues sí, la oposición a los alimentos transgénicos es ideológica, por supuesto. Desde una ideología que no se quiere genuflexionar frente al todopoderoso dios transgénico, en el nombre de Cargill, de Syngenta y del (Satánico Espíritu) Monsanto. Que vive temerosa de las plagas bíblicas que profetizaron la plaga del Ángel exterminador que ya llegó sobrevolando y fumigando venenos sobre las comunidades campesinas pecadoras por vivir junto a campos transgénicos. Muerte y enfermedades que caen del cielo en forma de nube densa de plaguicida. Amén.



Desde una ideología que rechaza la extremaunción del medio ambiente y de la población campesina. Sabemos que sin campesinado no hay un medio ambiente vivo y viceversa.
Aunque en los textos de la organización vaticana del acto se lea: Los científicos del sector público tienen la responsabilidad de explicar a la sociedad (las ventajas de la biotecnología vegetal) y que el rechazo a la tecnología de los OGM limitará los esfuerzos para aliviar la pobreza y el hambre para salvar la biodiversidad y proteger el ambiente.



Idénticas tesis a otros documentos científicos. Y los bendijo, diciéndoles: sean fecundos, multiplíquense, llenen la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar, a las aves del cielo y a todos los vivientes que se mueven sobre la Tierra. Libro del Génesis.



Los señores investigadores debieron buscar en su cónclave pruebas para excomulgar, por ejemplo, al gobierno alemán, cargadito de activistas antitransgénicos, hippies, ateos y seguro que además obsesionados defensores del condón, por su excesiva regulación precautoria (oxímoron neoliberal donde los haya) que hace que se equivoquen cuando acaban de prohibir el cultivo del maíz modificado genéticamente en su país por sus riesgos asociados.
Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.

Señoras, señores, se ha iniciado el proceso de canonización de los alimentos transgénicos. Presenten sus pruebas y sus milagros.





* Veterinarios Sin Fronteras


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