Un terrorista, el personaje más valorado por los españoles
Carlos Tena
La diferencia entre la información de la que hacen gala los españoles y la que saben digerir y diferenciar, es hoy tan enorme como el grado de manipulación que soportan sin rechistar. Los medios de comunicación que manejan las grandes corporaciones y multinacionales de la información, unidas ideológica y económicamente a los partidos Popular y uno que se dice Socialista, han hecho verdadero encaje de bolillos durante los últimos años para lograr el efecto deseado: un pueblo informadísimo en una misma dirección, que ve una enorme cantidad de canales de televisión del mismo colorido, que lee las mismas opiniones en distintos diarios, pero que jamás se ha planteado que existe otra opinión absolutamente antagónica a la que ha dado su confianza, ya que el habitual lector-espectador del primer mundo se muestra inerme e incapaz de imaginar algo tan elemental como que desde la plataforma informativa desde donde le mandan esos mensajes, la manipulación periodística resulta tan descarada como las enormes ganancias de las multinacionales, que continúan esparciendo sus bombas racimo en forma de noticia-fidedigna, cuyo rigor inexistente y veracidad dudosa responde a un interés bastante habitual: hay que destruir a quien dirige los destinos de una nación que, precisamente por respetar la libertad de expresión, prescinde de corporaciones que ansían dominar el mundo de la información para algo tan aberrante como desinformar.
Así las cosas, es normal contemplar cómo en estas últimas semanas, puestos de acuerdo los mandatarios europeos (algunos de los cuales tuvieron al menos la decencia de consultar a su ciudadanos, sobre cuestiones como la de una constitución más o menos común a todo el viejo continente), se saltan la voluntad popular y mandan al carajo lo poco que quedaba de democracia, imponiendo la ley de los Parlamentos que serán quienes decidan por qué los pueblos cuando votan y dicen NO a algo que reclaman los empresarios (que no los políticos), deben callarse de una vez por todas.
El pánico a la democracia alcanza ya categoría de chiste burdo, cuando vemos a cómicos como Miguel Bosé o Alejandro Sanz, encaramándose arriba del escenario para gritar alto y fuerte que comandantes como Castro y Chávez no practican ese noble juego que ellos dicen apoyar. Sus cantos de sirena no alcanzan el objetivo deseado, ya que olvidaron en primer lugar que ellos jamás combatieron por nada que no fuera su propia cuenta corriente. Uno, el panameño, o sea el Bosé, metiendo sus ahorros en paraísos fiscales para eludir el pago de impuestos, que irían a parar a algún hospital público (con suerte) o a alguna carretera comarcal (con algo más de fortuna) en la comunidad europea. El segundo, invirtiendo en el territorio mafioso de Florida, con sus amigos de la Mafia cubano americana, esos estupendos demócratas que cuando no compran armas las utilizan contra quien pueden, ya que cualquier rico habitante de esa espantosa villa, puede asesinar a un peatón con el simple argumento de que “se sentía amenazado”. Luego, esos casos serán argumento central de series como la Ciencia contra el Crimen, para divertir a los ilustradísimos habitantes del primer mundo, por ejemplo los españoles consultados por el Real Instituto Elcano, que acaban de demostrar toda su inteligencia colectiva, eligiendo como ciudadano mejor valorado, según una encuesta hábilmente manipulada por el Instituto Elcano, al conocido genocida y terrorista Javier Solana Madariaga, de profesión sus bombazos a la población inocente que, vestida de daño colateral en Yugoslavia, Afganistán, Irak, Palestina, Pakistán, se ponía en el camino de los disparos de la OTAN, sin pensar que ese organismo lo único que deseaba era imponer la paz a fuerza de matanzas, como en su día hicieron los Reyes Católicos o el mismísimo Cristóbal Colón, aunque en el descargo de estos últimos, habremos de señalar en su defensa, que jamás pudieron leer el Pais, el Mundo, o escuchar La COPE, RNE o la SER.
Lo que me extraña es que en esa lista que los del colectivo Elcano no hayan incluído al favorito del Rey de España, es decir, a Francisco Franco o Pinochet, quienes seguramente, a pesar de haber batido récords de crímenes, podría competir con el descendiente de Salvador de Madariaga. Si Chávez es el líder peor valorado por los españoles, según los resultados de ese estudio, habremos de pensar que también piensan que los venezolanos han elegido al peor de los gobernantes. De nuevo ha llegado un Comandante y ha mandado parar.
Chávez el peor… efectivamente, el peor enemigo del fascismo y la ignorancia. Y sospecho que millones de venezolanos opinan que el Rey de España es el peor de los Borbones… y algunas cosas más que herirían la susceptibilidad de millones de ignorantes; esos mismos que aún se creen con derecho a seguir robando, esquilmando, estafando, engañando y embaucando a los ciudadanos de toda Latinoamérica.
1 comentario:
Don Salvador de Madariaga participó en el llamado Contubernio de Munich
Publicar un comentario