¿Nazintger va de Caperucita Roja? Y para él el lobo feroz es el marxismo.
Se puso Benito en plan latín -Benedictus- para no esconder sus simpatías con el fascismo italiano. En 2005 publicó su primera carta Encíclica sobre su bendita concepción de la caridad católica. De ahí el título que le dió Deus charitas est. Dios es caridad. En español se vertió con premeditación errónea y alevosía diabólica como Dios es amor. Sus dos campos de batalla estaban claros para quien leyera aquel documento: el materialismo marxista y el nihilismo creativo de Nietzsche.
Ahora vuelve a las andadas. Y anuncia ya su segunda carta encíclica que la estuvo preparando en su retiro estival. Vuelve a poner en solfa al materialismo marxista como si éste fuera la peor amenaza que se cierne sobre el actual presente de la Humanidad. Y parece mentira que este Papa haya sido catedrático de Teología en Alemania, pues se comporta como cualquier fulano sin estudios a la hora de demonizar al comunismo posmarxista. Y se nota que no ha aprendido nada ni de Ernst Bloch ni de Jürgen Moltmann ni de otros teólogos que hicieron de la esperanza motivo de sus reflexiones para acercar al cristianismo de Jesús a nuestra terrible era de la energía de la destrucción nuclear.
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