Nos llegan vientos con mensajes alarmantes. Un colectivo de Damas de la Sección Femenina de las Áreas de Cultura de ciertos y determinados ayuntamientos vuelven a las andadas.
Tienen poco seso y disfrutan muy rara vez con el sexo. Por eso ocupan su tiempo como la mismísima hermana tonta del falangista Primo de Rivera, aquella que creara en tiempos de la sangrienta dictadura del Carnicerísimo Franco el ala femenina de la Falange. ¿Alguien se acuerda de los quehaceres de Pilar Primo de Rivera? Se diría que su huella ha quedado impresa en las supuestas dirigentes de las analfabetas filas del PSOE, del PP y de otros grupos que medran en la asfixiante atmósfera política del Reino de los Bribones borbónicos.
No hace ni una semana que en un pleno del Ayuntamiento de La Zubia declararon a Arturo Pérez Reverte un mal ejemplo para las normas monárquicas de urbanidad.
No se sabe quién les enseñó a leer ni cómo aprendieron las artes de la crítica literaria. Lo que sí se sabe es que por sus venas corre la misma actitud de siempre. Esa que hizo de la Inquisición una institución genuina de la moral católica hispana y que pudrió durante centurias el alma de los habitantes españoles.
Se reúnen para condenar a quien escribe contra los males que asolan este país. Son incapaces de ir más lejos con sus torpes miradas. Jamás saldrá de sus arcos dentales un análisis de las Putas morales monoteístas. Le guardan el aire a todo Cristo, a cualquier Mahoma que se disfrace con los colorines de la supuesta cultura folklórica. Pero se encienden como las hogueras inquisitoriales cuando alguna pluma caricaturiza la estúpida moda de la discriminación de género. Ignoran la riqueza que esa palabra pueda encerrar. Y sólo trafican con los componentes puritanos que la culturilla yanqui le ha puesto en el candelero. Los putos anglicanos hablan de género para no hablar de sexo. Todo lo que les suena a él es sinónimo de satánico, diabólico y siniestro.
Si esas miserables Damas del Honor empezaran a cultivar su inteligencia podrían percatarse de los males que provocan.
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