viernes, 16 de noviembre de 2007
Comisiones para explotar a la Puta Clase Obrera
Pareciera que le estuviéramos rezando todos los días a alguna divinidad del destino, pues no se puede salir del asombro. Y el pésimo diario Público nos lo entrega en bandeja.
Hay mucha gente ingenua dentro de las llamadas izquierdas españolas. Se inventan unas historias que no hay por dónde cogerlas.
En España se lee poco. Pero aún menos se entiende lo que sucede. Poca investigación radicalmente histórica se hace. Se repiten consignas para endulzarle la boca al personal.
Y en cuanto alguno empieza a percibir que lo que se va a decir no va a gustar ni un pelo se le interrumpe y se le niega toda posibilidad de seguir hablando. La historia como la política se hace desde concepciones prepolíticas basadas en una noción de la amistad instintiva: ¿cuántos que se creen de izquierdas no echan mano a sus patéticas historias en clave familiar congénita?
Se ha destapado el pastel y alguna gente anda como muy nerviosa. Tratan de recurrir a sus santos orígenes. Pero no hay tales.
Los orígenes de Comisiones Obreras son bastante deleznables. Por un lado el sindicalismo vertical de los falangistas de las JONS -por eso no es extraño que muchos de ellos en sus ámbitos familiares alaben las políticas sociales de José Antonio Girón o de José Solís-; y por el otro los planteamientos más duros del estalinismo del Partido Comunista del sanguinario Santiago Carrillo.
Expulsaron como a perros a cualquiera que les pudiera hacer sombra en su manera tan estilizada de hacer sindicalismo. ¿Quién no recuerda a dirigentes del sindicato en las páginas de El Semanal de El País posando con trajes de lujo? Y ahora en lógica empresarial muy coherente se destapa que lo de Comisiones iba a por las plusvalías que se le sacan tan cómodamente a la Puta Clase Obrera.
A LA PUTA GRANÁ le parece muy coherente con el nombre de ese sindicato (¡qué historia tan graciosa! ¡pero si fue un sindicato vertical desde sus orígenes siguiendo las máximas del estalinismo más duro! ¡sólo saben obedecer consignas desde arriba!!). Leñe: si es que encima de todo se llama(n) Comisiones. O séase: está más que claro son las comisiones que se le deben extraer a los Obreros a mayor gloria de Dios -o sea: del divino Empresario- para que el capital nos siga explotando... hasta hacernos reventar hechos añicos...
María Jesús Paredes y Francisco Baquero son dos sindicalistas atípicos. No sólo han acumulado un patrimonio inmobiliario valorado en más de dos millones de euros con sueldos de administrativos de banca. Además, compatibilizan sus cargos de dirección en Comisiones Obreras con diversas actividades empresariales.
Documentos oficiales del Registro Mercantil de Madrid, consultados por Público, demuestran que la pareja ha constituido dos sociedades limitadas durante los últimos años. En marzo de 2005 inició sus actividades Hostelería Zaranda, dedicada a la restauración, y en mayo de 2007 comenzó a funcionar Interlocución para la Gestión, creada para gestionar subvenciones públicas y asesorar a empresas y sindicatos.
María Jesús Paredes es secretaria general de Comfia, la federación de servicios financieros y administrativos de CCOO. Su pareja, Francisco Baquero, es miembro de la Ejecutiva de Comfia. Paredes es una de las personas de máxima confianza del secretario general del sindicato, José María Fidalgo. Ella fue, por ejemplo, la encargada de presidir el último congreso de CCOO. Su discurso despierta tanto entusiasmo en la derecha, que dirigentes del PP querían incluirla en las listas para las próximas elecciones generales.
Restaurante junto a la sede
La sede de Hostelería Zaranda está en la calle San Bernardino, 13, justo al lado del edificio de Comisiones Obreras donde tiene su despacho Paredes. En dicha dirección funcionó hasta el pasado verano el Restaurante Zaranda. Ahora hay otro local que se llama Zorzal y que también está relacionado con la empresa montada por la pareja de sindicalistas.
Varias fuentes de CCOO aseguraron al diario Público que dirigentes de Comfia organizaban comidas y cenas en dicho restaurante y que las facturas las pagaba el sindicato.
Hostelería Zaranda ha presentado en el Registro Mercantil las cuentas de 2005 y 2006. Y hay algún dato llamativo. Por ejemplo, la relación entre ingresos y beneficios. En el primer año de actividad, la compañía declaró unos ingresos de explotación de 116.617 euros y unas pérdidas de 1.100 euros. En 2006, Hostelería Zaranda tuvo unos ingresos oficiales de 404.265 euros y unos beneficios de 2.605.
Es decir, que sumando los datos de los ejercicios 2005 y 2006, resulta que la compañía ha tenido unos ingresos totales de 520.883 euros, pero sólo ha declarado unos beneficios de 1.505 euros. Con márgenes tan estrechos casi no merece la pena ser empresario.
Gestor de subvenciones
Si la historia de los sindicalistas hosteleros ya es llamativa, lo que resulta totalmente sorprendente es que un dirigente sindical monte una empresa para gestionar subvenciones públicas, representar a empresas y asesorar a sindicatos. Eso es lo que hizo Francisco Baquero hace medio año, al constituir la sociedad Interlocución para la Gestión, de la que es socio único.
Fuentes de CCOO consultadas por Público han declarado que estas actividades podrían atentar contra el régimen de incompatibilidades que el sindicato establece para sus dirigentes.
Los datos sobre el fabuloso patrimonio de la pareja de sindicalistas han despertado un enorme malestar en el sector crítico, que exige actuaciones contundentes para evitar que salga dañada la imagen de Comisiones Obreras. La dirección se negó el primer día a realizar ninguna valoración del caso, pero ayer decidió abrir una investigación sobre los bienes de Paredes y Baquero.
Si los críticos de CCOO fuesen realmente lo que se dicen que son habrían montado hace ya mucho tiempo otro sindicato. Comisiones sólo hace honor a su fantástico nombre. Puta coherencia semántica.
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