domingo, 10 de febrero de 2008

La puta injusticia de la Patraña borbónica


Estás en el umbral de ser un criminal


Manuel F. Trillo
con los matices de LA PUTA GRANÁ

El magistrado de la Audiencia Nacional (me niego a darle el título de juez) B. Garzón ha suspendido las actividades políticas de los independentistas vascos y de los comunistas vascos (ANV y PCTV) porque estaban, oh, “en el umbral” de integrarse en ETA. Es muy difícil soportar este nivel de infamia y de trapacería jurídica, es muy difícil no claudicar y quedarse callado ante tanta barbaridad, pero no se debe amilanar nadie y mucho menos los trabajadores -y trabajadoras- con intelecto decente que se esparcen por España.

Si resulta que un magistrado desde un tribunal dicta medidas cautelares contra los vascos porque considera que pueden llegar a integrase en ETA -organización armada vasca y, en boca de Aznar, ariete del Movimiento de Liberación Vasco, y en Loiola, en 2007, interlocutores del Gobierno español de Zapatero y del PSOE-, resulta que todos somos –seremos- sujetos a guardar, encarcelar, suspender, o eliminar –todo depende de lo fiero que sea el ejecutor- a los ciudadanos y colectivos y asociaciones por el simple hecho de que “como puedes llegar a delinquir, te suspendo las actividades”.

Esto sería cómico si no afectara como afecta a los derechos fundamentales: el de participación política, el de asociación, el de libertad de expresión, y otros muchos de la actual Constitución Española. Pero no es cómico, no señor, los argumentos del enemigo parapetado en la AN son necios, y es enemigo para mí –no sólo para los vascos comunistas e independentistas- porque atenta directamente contra la seguridad jurídica, la hace trizas, y se caga en ella, para luego salir tan campante por la puerta principal como si fuera un juez. Pues no, no señor, no puedo aceptar que después de 30 años estemos en las mismas condiciones que en 1972 en lo que a materia penal y seguridad jurídica se refiere (si hay quien piensa que hay más seguridad jurídica y que la política criminal es más permisiva ahora que con Franco, le sacaré con mucho gusto del error).

ANV no se ha presentado en el Tribunal Supremo, ha renunciado a explicar sus argumentos ante la sala, pues a la postre estamos en carnaval también en el TS, y las carnavaladas están bien cuando uno está de fiesta, pero es intragable que a uno le citen para reírse de él, o para mofarse en su cara como tienen por costumbre los pedestres abogados del puto Estado y fiscales que actúan en una supuesta defensa del “orden público”. Mi felicitación. Si el TS quiere ser un tribunal, tendrá que empezar a vindicarse como tal. Mientras tanto, son unos payasos vestidos con togas al servicio de intereses inconfesables, pero muy conocidos por todos. Ahora se caen del guindo y no dictan algo que es ridículo, propio de mequetrefes y trileros; “no suspenden”, pero no permiten que se ejerza el derecho fundamental de participación política. Cinco horas debatiendo entre ellos, sin público, sin espectáculo, sin saber qué argumentos se les podrían oponer. Se quedaron solos mirando a la luna de Valencia y sin palabras. Oír al Presidente del TS decir tan compungido que los independentistas pasaban de defenderse, es en sí mismo un baldón que no podría consentir ningún hombre de Derecho. Pero son cobardes y trapaceros. Lo dicho: trilerismo jurídico.

Estás en el umbral de ser un criminal; sólo tienes un año de edad y apenas das los primeros pasos, pero como potencialmente en tu ser se esconde un asesino, un criminal, es mejor suspenderte en ese proceso de caminar libremente, por lo que a partir de ahora te pondré una correa al cuello para salir a la calle, y no habrá diferencia alguna –hijo mío- con el perro, al que llevo también con correa y con bozal. Estás en el umbral de integrarte en una organización criminal como es la sociedad capitalista, estás a punto de integrarte en una iglesia –ya te han bautizado- católica que no tuvo reparos en quemar vivas a un millón de personas en Europa o en apoyar a criminales y bandidos como Franco y Pinochet. Hijo mío, te suspendo absolutamente, y como no hay modo de que me fíe de ti procuraré tu muerte civil –ése es el sentido de las medidas de Garzón- y te encerraré donde están encerrados mis principios: en la pocilga que hay habilitada en la AN, el lugar en que se va pudriendo el Estado de Derecho.
Ya no podréis hablar, vascos, ya no podréis convocar a los medios de prensa, ya no podréis salir y reuniros en la taberna, pues la ilegalizarán, ¡cuidado tabernero que te cierran el negocio y te acusarán de integración en banda armada!, todo se andará, tiempo al tiempo. Sólo cabe una salida: combatir sin tregua esta degeneración de la suciedad política –los comunistas españoles llevan mudos 30 años permitiendo con su silencio crímenes horrendos en Euskal Herria- y de la sociedad civil. El aborregamiento es general, mírese en derredor.

Estás en el umbral de integrarte en la vida, así que es mejor que te meta en mi pocilga, dijo el magistrado de la AN, o en el Infierno, que a decir del Papa Vaticano, existir, existe.

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