¿Dónde está la libertad?
Graciela Guerrero Garay
Esto no es un articulo por encargo, aunque los descreídos o los que quieren creer que cualquier pececillo teñido es un golfee rojo puedan levantar argumentos, tesis y hasta montar una campaña publicitaria para decir lo contrario. Lo cierto es que nadie que tenga dos dedos de pudor, un metro de dignidad y la elemental ética humana y profesional puede aceptar, o quedar en silencio, ante mentiras que, a base de repetirse tanto, algunos “distinguidos” señores pretendan convertirla en verdad. Acabo de enterarme de que se abrió un foro–debate en Internet para ¿opinar? sobre lo que han dado en llamar el “Primer Día de la libertad de expresión en Internet”. Lo promueve el sitio web de Reporteros sin fronteras.
Todo parece indicar que el tema del tema es cuestionar el encarcelamiento de periodistas cubanos. Caería en los mismos puntos “éticos” de mis supuestos colegas, si, con la misma ironía que ellos abordan las noticias, sobre todo las cubanas, empezase a decirles que son una ONG al servicio maquiavélico de los intereses del gobierno de Estados Unidos. O que sirven para que los supuestamente afectados, humillados y palipadiados por el régimen de Castro –como casi siempre citan– rieguen sus bilis por la red de redes, sin mirar la verdadera cara del asunto. Nada más lejano de mí empeño. No vale la pena seguirle la corriente. Como yo si tengo libertad de expresión, sin ser plantilla ni contrato de Reporteros sin Fronteras. Y como no me creo el asunto de que a partir de hoy es que hay “libertad de expresión en Internet” porque, entonces, cómo entender que cualquiera abre una weblog, promociona sexo, vende cualquier baratija, manipula información, difama y toca campanas cuando le conviene. Esto para mí está claro.
Lo que no entiendo es ¿quién le quitaba hasta hoy la libertad de expresión a Reporteros sin Fronteras, que llaman ahora al mundo entero para que los ayuden a encontrarla? O quizás sea que necesiten algún apoyo internacional para continuar haciendo su magnánimo periodismo, que no hay que ser un tanque pensante ni un analista de las grandes ligas para darse cuenta de que siempre anda por los mismos trillos, sobre todo para enjuiciar a Cuba y defender lo indefendible.
Lo que sí sé es que este foro de hoy es otro cuento de la buena pipa. Ese que siempre pregunta lo mismo, aunque le digas al cuentero las mil respuestas posibles. Para ellos nosotros, los periodistas cubanos, no tenemos libertad de expresión y la quita “el gobierno de Castro”, y quien se atreve al desafío va a la cárcel. Y detrás de eso viene el culebrón de defensa a ultranza de los derechos humanos, de esos colegas presos. Pero resulta ser que en mis más de 24 años de graduada de Periodismo, de ejercer en varias editoras y agencias informativas del país, nunca jamás he conocido ni tenido de compañero de aula a ninguno de esos periodistas encarcelados y que toman de paladines organizaciones como RSF. Y confieso que he buscado y leído con la curiosa intención de ver quién de mis posibles camaradas se fueron con la de trapo. Y ningún nombre me es siquiera familiar. El problema es que ninguna de estas personas es egresada de las aulas de la Escuela Cubana de Periodismo. Ni en Oriente ni en La Habana.
Puede que entre los que se autocalifican y venden como “periodistas independientes” exista alguno que recibió su título y ahora se olvida de los puntos medulares de su agenda personal, sobre todo la básica. ¿Podría pagar sus estudios en otro país, saliendo de la cuna que salió? En Cuba no hay ricos. El caso es que habría que ver a dónde llevarían otros gobiernos, sobre todo el imperio americano y sus aliados, a ciudadanos que hagan subversión, violen sus leyes constitucionales, se arroguen los derechos de hacer mítines o difamar cualquier asunto. Yo no dudo de que en cualquier esquina aparecieran cadáveres. Hasta donde sé, a esos supuestos periodistas se les comprobó y demostró que fueron comisores de delitos. Están pagando su condena. Pero el tema es la libertad de expresión. ¿No hay libertad de expresión en Cuba?
Ejemplos miles tenemos de trabajos en los Medios de Comunicación nuestros que navegan en la red con enjuiciamientos críticos, con opiniones de cibernautas cuestionando hechos y cosas que involucran al Estado. No nos escondemos para decir que no somos perfectos. Siempre hemos debatido en todas las plazas nuestros problemas. Este debate generado por el Comandante Raúl Castro en el discurso del pasado 26 de Julio, no es nada nuevo como se quiere pintar para mantener la comidilla de los que llenan bolsillos sobre falsas esperanzas. En los años 80 un proceso similar de rectificación de errores y tenencias negativas ganó el espacio público. Yo tengo la libertad de escribir y de decir. Ahora si RSF quiere que diga lo que ellos quieren oír, y a eso llaman LIBERTAD, conmigo y con todos los que llevamos con dignidad y ética nuestra profesión se equivocaron. Digo lo que siento y quiero. Enjuiciamos, ejercemos el criterio, practicamos la crítica y analizamos nuestra sociedad sin tapices.
Las muestras están hecha tinta, voz e imagen en los diarios de este país y navegan también por la red. No seré conejilla de indias para nadie. Soy mi pueblo, con la diferencia de que estudié la profesión de periodista y no de comediante. Y quienes se arrogan el derecho de usar su libertad para calumniar o defender el sistema que les paga y en el que creen. Felicidades. Es su derecho y lo respeto. Tengan al menos la delicadeza de respetar el ajeno. Yo también me arrogo ese derecho.
*Graciela Guerrero Garay es cubana y periodista del Periódico 26, órgano informativo de la provincia de Las Tunas
No hay comentarios:
Publicar un comentario